jueves, 3 de septiembre de 2009

Viajeros

Para los que recordamos esos días de vacaciones que pasamos viajando.
Y para pensar en próximas rutas y destinos.

Para los que hoy, justo en estos momentos, están disfrutando de nuevas ciudades, de otras gentes y diferentes paisajes.

Y para aquellos que estén ahora preparando sus botas, listos para marchar hacia tierras lejanas, dispuestos a emprender nuevas aventuras.


Imagen tomada de "Wikimedia Commons"


“Desde el principio de aquel accidentado viaje había experimentado tantas sorpresas, que creí que ya nada en el mundo podría maravillarme. Y, sin embargo, ante aquellas dos letras, grabadas tres siglos atrás, caí en un aturdimiento cercano a la estupidez. No sólo leía en la roca la firma del sabio alquimista, sino que tenía entre mis manos el estilete con que había sido grabada. A menos de proceder de mala fe, no podía poner en duda la existencia del viajero y la realidad de su viaje.

Mientras estas reflexiones bullían en mi mente, el profesor Lidenbrock se dejaba arrastrar por un acceso algo ditirámbico en loor de Arne Saknussemm.

-¡Oh maravilloso genio! -exclamó-, ¡no has olvidado ninguna de los detalles que podían abrir a otros mortales las vías de la corteza terrestre, y así, tus semejantes pueden hallar, al cabo de tres siglos, las huellas que tus plantas dejaron en el seno de estos subterráneos obscuros ¡Has reservado a otras miradas distintas de las tuyas la contemplación de tan extrañas maravillas! Tu nombre, grabado de etapa en etapa, conduce derecho a su meta al viajero dotado de audacia suficiente para seguirte, y, en el centro mismo de nuestro planeta, estará también tu nombre, escrito por tu propia mano.
Pues bien, ¡también yo iré a firmar con mi mano esta última página de granito! Pero que, desde ahora mismo, este cabo, visto por ti, junto a este mar por ti también descubierto, sea para siempre llamado el Cabo Saknussemm.

Estas fueron, sobre poco más a menos, las palabras que sus labios pronunciaron, y, al oírlas, me sentí invadido por el entusiasmo que respiraba en ellas.

Sentí que renacía un nueva fuerza en el interior de mi pecho; olvidé los padecimientos del viaje y los peligros del regreso. Lo que otro hombre había hecho también quería hacerlo yo, y nada que fuese humano me parecía imposible.

-¡Adelante! ¡Adelante! -exclamé lleno de entusiasmo.”


“Viaje al centro de la Tierra”
JULIO VERNE

7 comentarios:

M.Eugenia dijo...

Que gran visionario Julio Verne, como me gustaría realizar ese viaje al centro de la tierra.... de momento me conformaré con pasear por la corteza.

Besos

P.D. Estoy a punto de cerrar la maleta.

oenlao dijo...

genial el mapa y el relato. Cuando era mas chico no me gustaba mucho Verne pero ahora cada vez Mas.
muy linda entrada.

la sacabera errante dijo...

Lo que yo no se, ni sabria decir sin buscar la información, es si Julio Verne alguna vez salio de su casa, de su barrio, de su ciudad, si todo era poder de su imaginación o de las esperincias vividas.
No, la verdad es que no lo se ni lo quiero saber, Julio Verne siempre sera un grande entre los grandes.
Un besu guapisima

Gus Planet dijo...

Hola Cristina! Muy bueno el texto de Julio Verne, fascinante como así también el mapa antiguo (el día que pueda comenzaré a coleccionar objetos antiguos de navegantes, pero no se lo digas a nadie ;-)

Tengo entendido que Julio Verne jamás viajó, todo fué fruto de los relatos de otros viajeros y su más rancia imaginación ... por lo pronto en Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina, un grupo de empresarios francesas ha restaurado y colocado hace un par de años una réplica del Faro del Fin del Mundo (en realidad ubicado sobre la Isla de los Estados) ... En el Museo del Presidio, en Ushuaia, puedes ver otro muy parecido al original, junto a documentos de navegantes de la época, todo muy fascinante !

Hasta la vista viajera !

Capri c'est fini dijo...

Es curioso como el ansia de viajar anida en determinadas personas... y tienen que salir a recorrer el mundo con sus propias piernas como si la vida dependiera de ello.

Un beso.

Anónimo dijo...

...y ya habrás visto todas la ítacas que son.

La maleta ya está en el altillo y vuelve el sol a su mansa rutina. El viaje debería ser estimulante, y suele serlo, lo difícil es hacer de la rutina algo estimulante, porque puede serlo.

Aun lejos de ítaca, un saludo y un beso.

Caminante (El chico que camina) dijo...

¿Y por qué mapas has viajado este verano?

 
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