miércoles, 21 de mayo de 2008

El piloto

Y un 21 de Mayo, Lindbergh llegó a París...



"EL PILOTO"
del disco "Agotados de esperar el fin" de Ilegales

Nueva York-París 1927.
6.000 kilómetros vuelo de prueba.
Despegó de Nueva York
desapareció en la niebla.
Un avión vuela sobre Manhattan.
En el aire hay una brisa fastidiosa,
dentro del avión no hay paracaídas.

Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.

27 horas de vuelo sobre el mar,
fácil perderse en el Atlántico.
Ahora vuela, vuela a vida o muerte
un avión con un sólo motor.
Irlanda, Inglaterra, el Canal de la Mancha,
no hay que pensar en pilotos muertos.

Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.

Desde lejos luces en París.
En el aeropuerto buen recibimiento.
Lo has conseguido brindemos con champán.
Toda esa pasta, toda esa fama.
Abajo en el Atlántico los pilotos muertos,
no hay que pensar en pilotos muertos.

Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.
Suerte Mr. Lindbergh no hay paracaídas.



La foto está tomada en el "Museo de la Ciencia y de la Tecnología Leonardo da Vinci" de Milán. En el cartel del fondo se leía:
”Il motore è il cuore dell´aeroplano
ma il pilota è la sua anima”

sábado, 17 de mayo de 2008

Postales de M.E. (y otras cosas)

Se me ocurrió escribir el post anterior después de recibir la última postal que M.E. me envió. Y al final, conforme iba escribiendo, pensé que no, que esta última postal se merecía un post aparte.

Abrí el buzón y lo que se veía de la postal era el reverso.
Miré lo primero, como siempre hago, el sello. “CHRISTUS... ALLEIUIA... SEPULCRO”. Vale, pensé, es original, como no podía ser de otra manera. En lugar de envíar la postal desde Roma, la envía desde Ciudad del Vaticano.



Y después leí el texto...


...”una foto del”...¿¿ ¿??...no entendí, no relacioné, no podía poner “del boss”, no tenía sentido...estuve muy lenta para pensar y demasiado rápida para darle la vuelta a la postal y ver la foto....



¡¡¡aaaahhhhhhh!!! ¡¡¡¡¡ noooooo !!!!!
¡ ¡ ¡ ¡ pero qué horror ! ! ! ! ¡ ¡ ¡ pero qué miedo...qué mal rollo ! ! !
El susto fue mayúsculo.

Menos mal que M.E. volvió de su viaje y, como siempre hace, trajo un regalito. Un paquete de pasta genuina italiana comprada en “L´Antico Forno”...



Estará riquísima.
Y compensará el efecto de la foto. Con esas formas...

sábado, 10 de mayo de 2008

Postales de M.E.


Mi amiga M.E. es la más viajera de todos.
Estambul, Hanoi, Burgos, Buenos Aires, Oviedo o Milán. También Petra, Teotihuacan, Boston, León, Jaipur, Bruselas, Marrakech,...





M.E. viaja mucho, recorre el mundo, y siempre, siempre, envía postales.


En el fondo de una caja, bien guardadas, tengo una postal de un Nueva York, todavía con las Torres, o aquélla otra con una de nuestras obras de ingeniería preferidas, la Presa de Asuán. Están recogidas en esa caja la luz cálida de Lisboa o la imagen del Teide enviada desde Canarias, también una frase: “con una rodillera para que mi pierna aguante el recorrido por la Muralla”, que M.E. me escribía desde China, o sus sensaciones tristes después de visitar la ciudad de Lima.

Postales y más postales.





Otras, más recientes, como las que aparecen en este post, han llegado a veces algo estropeadas, después de recorrer miles de kilómetros. Y han acabado perforadas, pinchadas en un corcho, apoyadas en una estantería, metidas entre libros... Lugares cotidianos, aparentes, que me traen a la vista esos otros lugares, a veces tan remotos desde los que M.E. siempre encuentra un momento para escribir.




Desde Siria hasta mi buzón llegó el alfabeto más antiguo de la historia, o enormes raíces de enormes árboles que envolvían templos en Camboya. Apareció Van Gogh fumando, como no podía ser de otra manera, desde Amsterdam, o postales donde M.E. me contaba de mosaicos, columnas persas, restos romanos, ruinas mayas...

Llegué un día a casa y leí las palabras de M.E. que decían “lo que se ve en la postal es lo que acabamos de hacer”. En la postal se veía una avioneta y la silueta inconfundible del Everest, y sentí a M.E., que estaba tan lejos, muy cerca.




He recibido fotografías del impresionante desierto de Túnez, sellos preciosos que llegaban de México, bonitos caracteres del Devanagari impresos en postales indias...



Guardo todas las postales y me encanta, cuando M.E. se va de viaje, llegar a casa y abrir el buzón.















Porque es genial que entre avisos del banco, circulares de la comunidad de vecinos, y propagandas varias, aparezca una postal con una foto bonita que me acerca un trocito del mundo, y darle la vuelta y encontrar las palabras de M.E. y leer lo que cuenta con esa letra tan familiar y tan cercana para mí.
La letra amiga de mi amiga más viajera.


jueves, 1 de mayo de 2008

Día del Trabajo



La frase ha perdido fuerza. Ni yo misma me la creo después de ver las terribles dictaduras de los países comunistas.
Pero lo cierto es que para una trabajadora y gran mitómana como yo, fue muy emocionante tocar esas palabras grabadas en la piedra.

Proletarios del mundo, uníos ,
dijo Marx

Fotos tomadas en Moscú, en Agosto de 2006

 
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